Debo decir que durante muchos
años he sentido bastantes reticencias a la hora de acercarme al cómic porque
asociaba el formato a historias de superhéroes y fantasía, que nunca han tenido
mucho interés para mí. Sin embargo, hace unos años, precisamente a raíz de
conocer un cómic sobre Federico García Lorca, mi perspectiva cambió y, si bien
no soy una gran lectora de cómic, se puede decir que me he reconciliado con él.
En esta ocasión, me gustaría
hablaros de Regreso al Edén, de Paco Roca. Es una obra conmovedora en la
que se narra la historia de Antonia, madre del autor, y su familia a partir de
una foto familiar tomada en la antigua playa valenciana de Nazaret y
testimonios de sus propios familiares. El cómic comienza con varias páginas en
negro y breves textos en tipografía blanca, siendo estos los que ocupan las
primeras cinco páginas:
¿Durante cuánto tiempo no existió Antonia?
Eones de no
existencia.
Partículas que durante años
viajaron errantes por el espacio se convierten, por el azar o por el destino,
en un cuerpo con conciencia de sí mismo, con nombre y apellido, con alegrías y
tristezas, y con miedos y esperanzas.
Esa unión de partículas durará
apenas noventa años. Después, un día se separarán de nuevo para volver a vagar
por el universo hasta el final de los tiempos.
En el cómic se relatan las
vivencias de una familia humilde durante los años de postguerra tras el golpe
de Estado fascista de 1936. Aunque la obra cuenta con datos autobiográficos relativos a la familia de Paco Roca, lo cierto es que la familia protagonista podría ser cualquier otra que hubiera tenido la suerte de reproducirse en las mismas coordenadas geográficas. Se trata de un trabajo
emotivo y de gran sensibilidad donde cobran especial valor las vidas de las mujeres en
una época marcada por la miseria económica, moral y política que no deja
indiferente, permite identificarse en ella y recuperar la memoria. Una memoria
que a veces cuesta tanto recordar.
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